En esta mañana de lunes atípica, sin trabajo para muchos, nos tocaba a los que aún estábamos en la Asamblea elegir y aprobar las líneas de acción y las propuestas concretas que el nuevo consejo y la región entera tendrá que trabajar durante los próximos tres años. Ha sido de nuevo una asamblea abierta, fluida, sin grandes discusiones y en la que se ha llegado al consenso más o menos rápido en todos sus puntos.
La pastoral familiar, en concreto la formación de los niños, el uso de nuevas vías de comunicación gracias a las nuevas tecnologías y la comunión de bienes son tres de los temas que más tiempo y dedicación han tenido.
Finalmente se ha evaluado la asamblea de forma muy positiva, tanto en su organización como en el esfuerzo realizado por el consejo saliente. Se echó de menos más tiempo para presentar cada comunidad y lo que hace; y nos lamentamos de haber sido muchos en algunos tiempos y pocos en otros, por la cantidad de gente que salió y entró de la casa...
Sin duda lo positivo del encuentro, del clima de trabajo y de todo lo realizado, pesa mucho más que lo negativo.
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